Siempre me preguntan cómo la hago.

Es una cebolla caramelizada en sus propios jugos.

Creo que hay muchas formas de hacerla para el mismo resultado, vamos que cada maestrillo tiene su librillo. Aquí te cuento la mía.

“SIN AZÚCAR” porque con la caramelización y el confitado salen los propios azúcares de la cebolla. Además con el reposo después de hacerla, la cebolla va fermentando y el sabor se va potenciando.

“Y SIN SAL” no se la hecho porque suda demasiado y me gusta más que sus jugos se queden dentro y no se evaporen tan rápidamente. Luego sazono las comidas que la llevan.

Suelo mezclar 2 clases de cebollas, compro unas específicas para caramelizar y también le pongo cebollas dulces. A veces no encuentro las de caramelizar, entonces le pongo dulces y alguna cebolla para guisos.

Es mejor que sea en una cazuela con base gruesa y si no tienes pues en una sartén.

La primera capa de las cebollas siempre se la quito y todo lo que está algo más feo, por supuesto esa merma la aprovecho, quedan unos caldos espectaculares tanto para verduras, ave, carne o pescado.

Eso si, decirte que 1.500 g de cebollas en juliana quizá se te quede en 500 g como mucho. Suele reducir un tercio. Si está cortada en brunoise todavía se queda en menos cantidad. Y también depende de si las cebollas tienen más o menos agua y el momento de la siembra y recogida.

RECETA de CEBOLLA CARAMELIZADA en sus propios jugos🫶 SIN Azúcar, SIN Sal y CON Aceite de Oliva Virgen Extra.

INGREDIENTES

-Cebollas dulces y para caramelizar

-Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)

ELABORACIÓN

Corta la cebolla en juliana o en brunoise, como más te guste, añade un chorretón de AOVE y pon el fuego fuerte, al principio es como que se recuece en su propio agua pero luego verás que se va tostando un poco por algunas zonas más que por otras.

Los primeros 10 minutos hay que controlar moviéndola constantemente. Voy bajando poco a poco el calor. Es importante que no se queme.

A los 10 minutos bajas el fuego al 2, distribuyes bien la cebolla para que toda la base de la cazuela esté en contacto con ella y lo tapas, y así como 50 minutos más, al chup chup moviéndola de vez en cuando y vigilándola.

Cuando la dejes en reposo después de remover, aplana la cebolla para que toque todo el fondo de la cazuela. Tapa y sigue dejandola a fuego lento.

Todo lo que se ha quedado más quemadillo en el fondo de la cazuela con la caramelización de la cebolla, al soltar sus propios jugos desaparecen porque es como desglasar con agua pero en este caso es con su propio agua que tiene más sabor.

Los últimos 10 minutos vuelves a subir el fuego y la caramelizas controlando que no se queme y ahí si que le añades un poco de agua para desglasar el fondo.

Finalmente, después de 1 hora, apaga el fuego y la dejas reposar tapada hasta enfriar que con el calor residual t sigue cocinándose y ahoramos energía.

De un día para otro los azúcares propios de la cebolla se potencian y el color se queda uniforme.

Hay quien la cocina 3 horas incluso 5 para mí , que he hecho la prueba, no hay casi diferencia con 1 hora y hacerla de este modo con las dos caramelizaciones al principio y al final.

Eso si, tienes que estar muy pendiente durante 1 hora y claro el tiempo también depende de la cantidad que quieras hacer.

Yo suelo hacer 2 cazuelas llenas de cebolla hasta arriba. También se puede congelar aunque está tan buena que se acaba pronto y dura bastante si la guardas bien en el frigorífico.

La utilizamos mucho para las tortillas, pero también encima de un queso brie o camembert o para una hamburguesa, para infinidad de comidas y sola está buenísima…

Si la haces, espero que te guste!