by Agus.
Hubo un tiempo en el que las croquetas fueron consideradas un manjar propio de la nobleza y me atrevo a decir que esto no le va a sorprender a nadie.
¿Conocéis a alguien a quien no le gusten?
Yo no. Es más, resulta casi imposible ir a comer en grupo o celebrar algún evento sin que uno de los platos estrella sea “la croqueta”.
Y siempre tengo la duda de si están más ricas “las elegidas”, es decir, las que se hacen porque tienes ganas de comer croquetas o “las de aprovechamiento” que se hacen por acabar con esos restos de comidas…
Esta receta ha salido de una muy buena escuela de cocina y creo que os va a sorprender, por lo ricas que quedan las croquetas pero sobre todo por lo fácil que os va a resultar.
Espero que os guste tanto como a mí.
INGREDIENTES
Para las croquetas
- 40 g. de mantequilla
- ½ cebolla
- 30 g. harina
- 250 ml. de leche
- 4 hojas de gelatina
- 100 g. queso Roquefort
- 70 ml. de nata para montar
- Sal
- Pimienta Blanca
Para rebozar
Harina, huevo y pan rallado
Para freír
Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
ELABORACIÓN
- En un recipiente con agua introducir las hojas de gelatina para que se hidraten.
- En una cazuela derretir la mantequilla y sofreír la cebolla, muy picadita, hasta que transparente.
- Añadir la harina y remover bien hasta que esté dorada y quitar el sabor de crudo.
- Agregar la leche poco a poco mientras remuevemos hasta disolver la harina que hemos echado.
- Incorporar el queso sin dejar de remover hasta que quede bien disuelto y se incorpore en la salsa completamente (unos 5 minutos).
- Poner a punto de sal y pimienta, teniendo cuidado con la sal porque el queso ya la lleva. Probar.
- Añadir la gelatina escurrida y remover hasta que se hayan disuelto.
- Retirar del fuego la bechamel.
- Montamos un poco la nata y ponemos al fuego la bechamel incorporando la nata removiendo la mezcla un poco más. Apartamos del fuego.
- Forrar un recipiente con film transparente y verter la masa en él.
- Dejar enfriar en el frigorífico (mejor de una día para otro).
- Sacar la pieza entera a una tabla y cortar a la medida deseada con un cuchillo humedecido.
- Pasar cada trozo por harina, huevo y pan rallado y si quereís de nuevo por huevo y pan rallado para que forme una capa gruesa y crujiente y no se filtre la mezcla al freir.
- Freír en abundante aceite bien caliente, de pocas en pocas para evitar bajar la temperatura de la fritura, les vamos dando vueltas hasta que se doren.
- Retirar con una espumadera y poner a escurrir en un plato con un papel absorvente para quitar el exceso de aceite.
Y listas para comer!!!
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