FLAN DE LECHE CONDENSADA

by Lu.

Este flan es uno de los postres de mi infancia.

Feliz etapa en la que podíamos comer, sin remordimientos ni consecuencias, todo lo que nos permitieran nuestras madres.

Ahora, en cambio, sólo puedo comer lo que me permiten mis hijos porque, en cuanto sale del frigo, vuela!

Se prepara en un pispás y está riquísimo!

Y, de vez en cuando, está muy bien darse algún capricho.

RECETA DE FLAN DE LECHE CONDENSADA DE LA ABUELA (mi madre)

INGREDIENTES

-3 huevos de gallinas felices o huevos camperos
-1 Lata de leche condensada (370 g.)
-Nata para montar (740 ml. = 2 medidas de la lata de leche condensada)
-3 cucharadas de azúcar (opcional)
-Caramelo líquido o azúcar para caramelizar con un poco de agua.

ELABORACIÓN

1.-Preparar el caramelo en el molde, cubriendo la base con azúcar y un poco de agua. Cuando esté líquido, pasarlo por las paredes y meterlo al frigo a enfriar mientras se baten los ingredientes.

2.-En un bol, poner todos los ingredientes excepto el azúcar y batir.

3.-Probar el punto de dulzor y añadir el azúcar, al gusto.

4.- Añadir la mezcla al molde frío.

5.-Hornear, al baño María, entre 45/60 minutos, con el horno precalentado a 180ºC. Sin que llegue a hervir el agua.

Para saber que está listo, pinchar en el centro con un palillo o cuchillo. Tiene que salir limpio.

6.-Sacar del horno y dejar templar. Meter al frigo para que se enfríe. Por último, con cuidado, pasar un cuchillo por la pared del molde para desmoldar y voltear en un plato.

Y ya está!

Cualquier duda, puedes mirar el vídeo.

NOTAS

-Si el molde es antiadherente y metálico, el caramelo se puede hacer directamente en él. Si es de cerámica o cristal, apto para horno, hacer el caramelo en una sartén y después verterlo sobre el molde, cubriendo base y paredes. También se puede hacer con caramelo líquido comprado.

-Los tiempos de cocción son aproximados ya que dependen del horno y del molde.

-Este postre, también se puede comer templado.

-Como acompañamiento y decoración, os doy unas cuantas opciones que le van muy bien: unas galletas o unas tejas. Un helado de yogur o de queso. O si quieres aligerar un poco el plato y la conciencia, unas fresas, o frambuesas, o arándanos…